Si hay una parte de la guitarra que es tremendamente personal y expresa más la idiosincrasia del guitarrista, esa es el mástil. No en vano, es el punto de contacto más intenso y delicado entre las manos y la madera. Su comodidad y la suavidad de su tacto determinarán el tipo de vínculo que se forme entre el músico y su instrumento. Junto con la calidad del sonido, es la parte esencial por la que sabremos si una guitarra se adapta a nosotros o no. De hecho, es tan sencillo como que un mástil que se adapte a nuestra forma de tocar hará que queramos tocar más y disfrutemos más.
Por todo ello, para nosotros en Guitarras URDIAIN, el momento del lijado del mástil es uno de los más especiales, en el que intentamos poner toda nuestra habilidad para satisfacer las expectativas del músico. Todo ello sin olvidarnos de proponer y experimentar con diferentes ajustes cuando el proyecto nos lo permite.
A continuación hablaremos de los principales puntos que se tienen en cuenta en la construcción del mástil: el perfil, la anchura de la cejuela y los tipos de madera.
El perfil:
En general, el perfil de los cuellos se clasifica en tipo U, el más rechoncho conocido como bate de béisbol entre los amigos, tipos C y D, más planos en la parte que toca la palma de la mano o el pulgar, y luego están los asimétricos, en los que la curvatura dibuja una especie de elipsis que nos hace sentir el centro un poco desplazado. Los perfiles son como los colores, cada uno tiene su favorito y no hay uno mejor que otro. Aunque podemos trabajar con cualquier tipo de perfil según las preferencias del cliente, por nuestra experiencia en la construcción solemos utilizar el perfil tipo D y dentro de éste jugamos con su grosor, otro aspecto fundamental a tener en cuenta. Para determinar el grosor, creemos que es fundamental tratar con el músico y conocer sus preferencias. Dependiendo de si es un guitarrista más cercano a la técnica clásica, o más afín a la guitarra eléctrica o exclusivamente un guitarrista acústico, ajustamos el grosor para que pueda seguir encontrando la comodidad y ergonomía que harán que el instrumento responda de la mejor manera posible.
El anclaje de la cejuela:
Actualmente nos estamos moviendo entre 44 y 45 cm. Tanto si es para tocar con los dedos, tipo fingerpicking, como con púa, este ancho de cejuela nos aporta una separación entre las cuerdas que hará que los dedos tengan el espacio necesario para moverse por el mástil con precisión.
El tipo de madera:
Para el mástil, nuestra apuesta personal como ya hemos comentado en otros posts, es el cedro. Aunque la caoba es la madera más utilizada en el mundo de las guitarras acústicas para el mástil, el cedro nos une a la tradición española de construcción. En el taller nos gusta mucho porque nos resulta muy agradecida a la hora de trabajar con ella y, por supuesto, por sus cualidades sonoras, en las que encontramos muchos matices sonoros, como la calidad del sustain y su particular brillo.
En cuanto al diapasón, el ébano es la madera que ahora mismo nos está dando los mejores resultados en combinación con el cedro. La transmisión de energía que permite a la tapa de la guitarra realza la calidad de los agudos y la claridad del ataque, haciendo que el sonido final goce del brillo justo para saber que estamos ante un instrumento especial.
En nuestro proceso de construcción, que es a la vez creativo y evolutivo, estas son las maderas que utilizamos con más frecuencia en la actualidad, aunque también trabajamos con otras maderas, como la caoba para el mástil o el palisandro para el diapasón, que también dan excelentes resultados. Nos encantaría escuchar sus sugerencias al respecto.