El tamaño y la forma de la guitarra española, tal y como la conocemos hoy en día, no se definió hasta bien entrado el siglo XIX. Tenemos que reconocer el mérito de esto a Antonio de Torres del que hablamos en nuestro post anterior en el que tratamos nuestra relación con el "estilo español" de construcción. Antes de que se estableciera este tamaño de guitarra, que podría equivaler a una OM según los estándares de las guitarras acústicas, el cuerpo era más pequeño, característico de la guitarra romántica y de su hermana mayor la vihuela.
La vihuela es un instrumento de cuerda pulsada que tuvo su máximo esplendor en el siglo XVI en España e Italia. Con 6 órdenes (pares de cuerdas de nylon), sus dimensiones se acercan a lo que actualmente podríamos considerar un salón o un Single 0.
Por cosas de la vida, que podemos contarle con más detalle si visita nuestro taller, una vihuela del siglo XIX acabó en nuestras manos hace unos años. Ha ido dando tumbos en diferentes mudanzas hasta llegar a nuestra ubicación actual, pero, en todo este tiempo, la hemos tenido presente y de vez en cuando la sacamos de la vitrina para, a través de su etiqueta y de las diferentes reparaciones realizadas en estos 150 años, investigar cómo serían las técnicas de construcción de la época y la calidad de los materiales empleados. Poco podemos decir del constructor, sólo los datos de la etiqueta: se llamaba Eustaquio Ramírez, tenía una tienda en El Rastro de Madrid y construyó este instrumento en 1877. Las maderas que utilizó son abeto para la tapa y nogal español para el fondo. El nogal español es una de las maderas más utilizadas en las guitarras clásicas a lo largo de la historia. Lo importante para nosotros, además de estas consideraciones más técnicas, es que cada vez que cogíamos la vihuela nos daba la sensación de un instrumento bien construido, hecho con mimo y que ha sobrevivido a muchas batallas. La forma del cuerpo nos pareció muy cómoda y bellamente diseñada. No cabe duda de que nuestro amigo Eustaquio puso su corazón en este instrumento. Lo curioso es que su forma nos recordó mucho a las primeras guitarras acústicas que Martin Guitars construyó a mediados del siglo XIX (sí, amigos, Martin Guitars existe desde hace mucho tiempo), basadas en la guitarra de concierto de la gran guitarrista española Dolores Nevares de Goñi.
Entonces, cuando tras el encierro nos planteamos nuevos proyectos y ampliar así nuestra gama de modelos, surgió la idea de fabricar una guitarra de 12 trastes. Las guitarras acústicas de 12 trastes eran muy populares en Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial. Desde hace unos años cada vez más fabricantes incluyen estos modelos en su catálogo y cada vez se utilizan más en todo tipo de estilos musicales debido a las particularidades del sonido que proporciona el lugar donde se encola el puente en la tapa, que por la escala del mástil, es diferente que en una guitarra de 14 trastes y ofrece otras cualidades sonoras que la hacen muy atractiva y muy solicitada por músicos de blues, folk y más música acústica en general.
En cuanto empezamos a pensar en este proyecto, nos vino a la mente nuestra querida vihuela. ¿Y si nos inspirábamos en ella para fabricar nuestro modelo de doce trastes? Inmediatamente nos encantó la idea y vimos que encajaba perfectamente con nuestra filosofía de mirar a la tradición para construir instrumentos totalmente compatibles con el músico contemporáneo. Aquí es donde nos faltaba el último toque para redondear el proyecto, un músico con personalidad y amor por la guitarra acústica que nos ayudara a terminar de perfilar los detalles del instrumento como el tipo de madera, el acabado, el tipo de clavijero... Hemos tenido la suerte de contar con el saber hacer de Nacho Mur (La M.O.D.A), un guitarrista al que seguimos desde hace mucho tiempo. Ha compartido con nosotros sus preferencias en cuanto a maderas y el sonido que le gusta en sus guitarras. Así es como hemos llegado a este punto de nuestra historia en el que las cosas están encajando en armonía y estamos dando los primeros pasos en la construcción de nuestra primera guitarra de doce trastes, a la que hemos bautizado como La Antigua.
Siguiendo las ideas de Nacho Mur y el concepto que tenemos en Guitarras Urdiain, las maderas y el diseño se mantienen dentro de un estilo sobrio y funcional. Todo ello dotará a este instrumento de una línea fina en cuanto a diseño y de un sonido profundo, con personalidad y que recuerda a principios del siglo XX con toda la tradición y apertura a las nuevas tendencias musicales tan características de aquella época.
Bosques para La Antigua:
Tapa maciza de abeto Sitka.
Aros y fondo de palisandro de Madagascar.
Mástil de cedro con diapasón de ébano (somos fans de esta combinación).
Puente y bordes de ébano
Gracias por leernos. Le mantendremos informado de cómo evoluciona la construcción de esta guitarra. Para cualquier pregunta o visita al taller, no dude en ponerse en contacto con nosotros en hola@urdiainguitars.com.
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